El Calafate: una aventura glaciar en la Patagonia argentina

La provincia de Santa Cruz alberga uno de los mayores atractivos naturales del planeta: el glaciar Perito Moreno, el cual se puede recorrer y es todo un espectáculo para los ojos  
RAÚL ALARCÓN
Hablar de El Calafate, cuyo nombre se debe a un característico fruto de la zona, es hablar de la Patagonia y, por ende, de su estrella máxima: el glaciar Perito Moreno, uno de los máximos atractivos de Argentina, lo que ha hecho que esta pequeña ciudad (de tan solo 20.000 habitantes, pero con 7.500 plazas hoteleras) luzca hoy moderna y cosmopolita.
Su centro neurálgico es la Av. Libertador San Martín, en donde confluyen pequeños negocios con fachadas de madera y techos a dos aguas en los que se encuentran marcas ‘outdoor’ como The North Face, Columbia, Salomon, etc. con todos los artículos necesarios para hacerle frente al frío y el hielo.
En esta arteria también se puede apreciar un paseo peatonal con artesanías locales, así como la célebre heladería Ovejitas de la Patagonia. ovejitasdelapatagonia.com, en donde podrá degustar el tradicional helado de dulce de calafate, así como una gran variedad de chocolates artesanales.
Para probar el típico cordero fueguino recomendamos los restaurantes Casimiro Bagúa y La Tablita. Y si desea prolongar la velada no deje de darse una vuelta por La Toldería, bar con música en vivo que se empieza a llenar pasada la medianoche (tenga en cuenta que en esta temporada el sol se oculta cerca de las 10 p.m.).
UNA VISITA DIDÁCTICA
Para ir calentando motores antes de visitar el glaciar Perito Moreno, le recomendamos asistir al Glaciarium, Museo del Hielo Patagónico, un didáctico y moderno espacio en el que con proyecciones en 3D y entretenidos ambientes con fotografías y videos aprenderá más acerca de la formación de los glaciares, así como su evolución en el tiempo. También conocerá la biografía de Francisco Pascasio Moreno, quien delimitó y exploró la frontera chileno-argentino y en cuyo honor se bautizó al glaciar más famoso del país.
En este mismo edificio se encuentra el Bar de Hielo , un recinto con temperatura bajo cero al que le recomendamos ingresar para brindar con el fernet de rigor, servido en vasos de hielo. Eso sí, antes de ingresar deberá de ataviarse con un poncho térmico.
LA ESTRELLA DE LA PATAGONIA
El Parque Nacional Los Glaciares se ubica a poco más de una hora del centro de El Calafate. Durante el trayecto en bus uno tiene la oportunidad de apreciar en todo su esplendor el espectacular azul intenso del Lago Argentino (el más grande del país) que corre por la franja derecha, así como la majestuosidad del campo patagónico, el cual está rodeado de nevados.
El primer contacto con el imponente glaciar Perito Moreno lo tendrá al desembarcar en la península de Magallanes, en donde se inicia el conjunto de pasarelas que lo irán acercando a escasos metros de la enorme mole de hielo. Lo primero que uno siente al apreciar este hermoso cubo rectangular de un blanco nítido con tonos azulados es una gran emoción por estar frente a una formación natural tan perfecta.
El segundo factor que llamará su atención será saber que en este parque, cuya tercer parte está cubierta por hielo, el único glaciar que sigue en permanente expansión es, precisamente, el Perito Moreno. Un fenómeno que resulta contradictorio si tenemos en cuenta los efectos del calentamiento global.
Conforme se vaya acercando por el conjunto de pasarelas que desembocan en estratégicos miradores, podrá apreciar los hielos desprendidos en el Canal de Témpanos y tener oportunidad de escuchar el ruido que estos hacen al caer. Desde estos miradores podrá ver también la zona de ruptura, un proceso que se inicia cuando el glaciar toca la península de Magallanes interrumpiendo el paso del lago Rico al lago Argentino, lo cual ocasiona que el agua suba su nivel hasta desprenderse.
Tras abandonar las pasarelas viene lo bueno: embarcarse por veinte minutos en un catamarán por el lado sur del glaciar para iniciar el ascenso al mismo. Al descender de la embarcación iniciará una caminata de veinte minutos hasta el punto mismo en que nace el glaciar.
Aquí, instructores calificados le colocarán crampones y le brindarán consejos que evitarán que sufra accidentes en el hielo. Durante el trayecto de dos horas del minitrekking se aprecian una variedad de formaciones de hielo como: grietas, seracs, sumideros, pequeñas lagunas, etc.
Antes de finalizar el recorrido, en donde se aprecian paisajes dignos de una postal, se brinda con un vaso de whisky con hielo del mismo glaciar, para celebrar así el haber conocido uno de los rincones más espectaculares del continente.

Fuente : El Comercio

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